Preparativos para la llegada de un bebé a un hogar con perro

La llegada a casa de un bebé es un acontecimiento para todos los miembros de la familia incluido el perro.

Es por ello que antes de la llegada, podemos preparar al perro para que no se produzca un cambio tan repentino en sus rutinas y en las cosas que puede y no puede hacer.

Cuándo llega un bebé a casa también llegan una serie de olores nuevos, sonidos que el perro nunca había escuchado anteriormente y un cambio considerable en su día a día.

Desde el momento que sabemos que esperamos un bebé, tenemos tiempo más que suficiente para empezar a preparar al perro poco a poco a las nuevas rutinas que tendremos cuando nazca el bebé, para ello podemos hacer un cuadrante con horarios de las rutinas que deberemos llevar a cabo cuando el bebé esté en casa y cómo pueden afectar las rutinas y el tiempo que podamos dedicar a nuestro perro, para posteriormente ir introduciendolos de forma progresiva.

Antes de la llegada del bebé

– Deber estar vacunado y desparasitado.

– El perro debe disponer de una zona propia en la que pueda estar tranquilo y pueda retirarse cuando quiera, allí nadie le molestara.

– Esta zona estará siempre disponible y podrá acceder cuando el quiera. Puede ser una habitación donde tenga su cama o también una esquina del salón, etc.

– En el caso de ser una habitación no debemos encerrarlo ya que corremos el riesgo que lo interprete como aislamiento en relación al entorno familiar y lo asocie a que es por culpa del bebé.

– Si a nuestro perro no le hemos enseñado obediencia básica, debemos hacerlo, sobre todo el sentado, quieto, ven, el irse a su sitio.

– Le enseñaremos a acercarse con calma.

– Dejarle olisquear todo lo que se compre para el bebé (cuna, chupete, biberón, peluches, colonias, pañales, polvos …).

– Si en el futuro tendrá prohibida entrar en la habitación del bebé, empezaremos a hacerlo cuanto antes, no esperar a que el bebé llegue a casa.

– Rebajar la atención del perro, con el fin de hacerlo más independiente.

– Podemos grabar llantos de bebés y ponerlo de vez en cuando para que se vaya familiarizando con este nuevo sonido.

– Establecer rutinas realistas acorde con la llegada del bebé (paseo, comidas, juego, caricias …).

– Paseos con el perro y el carrito del bebé para que se acostumbre a no tirar de la correa y caminar al lado.

– Tener un muñeco y simular lo que puede ser el día a día del bebé (cambiarlo, darle el biberón, cogerlo en brazos, ponerlo en la cuna …).

– Corregir todas las conductas no deseadas antes de la llegada del bebé.

Nacimiento

– Llevar alguna ropa que tenga el olor del bebé a casa para jugar o acariciar al perro mientras la huele (se trata de asociar el olor del bebé con algo positivo).

La llegada del bebé a casa

– La llegada puede hacerse de dos formas, una que en el momento de la llegada con el bebé al domicilio no vaya mucha gente (preferiblemente solo los padres) y que sea el perro quién elija a quién saluda, cuando el perro venga a ver al bebé dejarle que investigue de forma controlada, dejando que se acerque y premiando con caricias y voz suave.
La segunda opción sería que algún familiar o amigo sacará al perro a pasear justo antes de que lleguemos a casa y volver en el momento que ya estemos instalados ya que llegaremos cargados y estresados por el acontecimiento, con lo cual es fácil perder la paciencia.

– Cuando el perro vuelva del paseo es muy posible que quiera saludar a la madre ya que hace un par de días o más que no la ve, con lo cual debemos dejar al bebé en la cuna o a cargo de algún familiar o amigo, para que el perro pueda saludar tranquilamente.

– La presentación del bebé la haremos cuando el perro haya saludado a todas las personas que hay en la casa y se muestre tranquilo.

– Si no estamos seguros de la reacción del perro le pondremos la correa.

– El perro mostrará mucha curiosidad hacia el bebé. Debemos dejar que investigue (de forma controlada y gradual).

– No gritar ni castigar al perro mientras investiga.

– Mantener la calma.

– Dejar que se acerque.

– Cuando se acerque de manera calmada, premiarlo con caricias y voz suave.

– Cuando vengan visitas deben saludar primero al perro (tal y como ha estado sucediendo hasta ahora).

– La llegada de un bebé suele ser sinónimo de pasar gran tiempo con él y poco con el perro, por eso el perro puede interpretar que cuando el bebé está delante no se le hace caso y puede ver en el bebé a un competidor.

– Cuando el bebé no esté reduciremos las caricias y atención hacia el perro y lo aumentaremos cuando el bebé esté presente con el fin de asociar la presencia del bebé con cosas positivas.

– No dejar NUNCA al bebé y al perro a solas.

Debemos observar cómo se comporta nuestro perro con el bebé y en caso que observemos que nuestro perro mira de forma amenazante como si fuera una presa o si sospechas que el perro no tiene comportamientos normales con el bebé debemos ponernos en contacto con un profesional.
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